por Miguel Ángel Toscano

La seguridad vial no debería ser un tema ignorado, por el contrario, debería ser una garantía para todas las personas que a diario circulamos por las calles, ya sea caminando, en bicicleta, en el vehículo que elijamos movernos. Sin embargo existe la falsa percepción de que las calles existen para que los autos circulen a todos lados a gran velocidad, cuando la verdad es que las calles surgen para mover personas y bienes de un lugar a otro. 

Hablar de seguridad vial, nos lleva también a hablar de los siniestros viales y las muertes viales, un tema que hemos normalizado al grado de pensar colectivamente que como pasa todos los días, no pasa nada, pero lo cierto es que las muertes y lesiones por siniestros viales son acontecimientos súbitos, violentos y traumáticos, a nivel, físico, emocional y existencial, cuyo impacto es de larga duración, a menudo permanente. 

Cada año, millones de personas lesionados y familiares afectados de cada rincón del planeta, se añaden a los incontables millones que ya sufren como resultado de un siniestro vial. En el territorio mexicano mueren, de manera oficial, 37 personas al día por hechos de tránsito, sin embargo esta cifra se encuentra subestimada pues no se toma en cuenta las personas fallecidas posterior a la ventana de tiempo del hecho de tránsito. 

Llama la atención que estas cifras no se consideren una pandemia: la sociedad tiene asumida esta situación como algo habitual. A menudo, la ciudadanía no repara en que muchas personas mueren o resultan gravemente heridas en cualquiera de estos sucesos, pero es muy seguro que todos conocemos a alguien que ha tenido un choque o ha muerto por un atropellamiento. Estoy seguro que tú conoces a alguien que se vio involucrado en un siniestro vial, sea como responsable, como testigo o como víctima, y sin duda debes conocer a alguien, cercano o no, que haya muerto o quedado con alguna discapacidad permanente a causa de un siniestro vial, llámese choque, atropellamiento, volcadura, colisión.. 

Todos conocemos a una víctima directa o indirecta de un siniestro vial. 

Debemos de entender que a partir del enfoque de sistema seguro, NINGUNA VIDA debería ser perdida por un hecho de tránsito pues los cinco pilares (gestión de la seguridad vial, vehículos más seguros,infraestructura vial más segura, usuarios más seguros, y sistemas de respuesta ante la emergencia) existen para evitar la ocurrencia de hechos que vulneren la salud de los individuos. Derecho constitucional a una movilidad segura.

De acuerdo con el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes, del total de defunciones por hechos de tránsito en México en 2020 (13,630), las y los peatones son quienes concentran el mayor porcentaje de fallecimientos: 2,536 atropellamientos fatales (18.6 %), le siguen las y los ocupantes de vehículo con 1,981 fallecimientos (14.5 %), las y los motociclistas con 1,982 (14.5 %), las y los ciclistas con 111 (0.8 %). 

Por su parte, la organización mundial de la salud, menciona que entre los principales factores de riesgo para la ocurrencia de muertes y lesionados graves por esta causa están: el exceso de velocidad; la conducción bajo los efectos del alcohol; el no uso de dispositivos de seguridad como el cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil (SRI), y, específicamente entre los motociclistas, de casco protector.

Sociedad civil y autoridades deberíamos trabajar de manera ardua y participativa en el factor “responsabilidad” es decir, en la concientización que somos vidas las que nos movemos por las calles, no autos sino seres humanos con familias que nos esperan, personas que tenemos metas y sueños por cumplir, personas que todos los días salimos con la esperanza de regresar a casa y abrazar a los nuestros. 

Entre las acciones necesarias para prevenir muertes y lesiones causadas por hechos de tránsito, se necesitan trabajar en diferentes factores, de los que mencionaré algunos:

1.      Otorgamiento de la licencia de conducir mediante exámenes físicos, médicos y de destreza. En la mayor parte de México cualquier persona puede manejar sin pasar ninguna prueba de manejo, sin importar si tienes 16 años u 80, sin saber si eres apto para manejar una moto, un auto o un camión de carga. México se encuentra en un proceso de armonización estatal de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial que permitirá mejorar las prácticas en cuanto a la expedición de licencias pues hoy en día, son pocos los estados con un proceso digno de replicarse en otros estados.

2.      Falta de infraestructura, urge que los gobiernos inviertan en infraestructura segura, en vías completas, ciclocarriles confinados y banquetas dignas por mencionar algunos elementos. Por supuesto, invertir en transporte público articulado debería ser una prioridad por encima de la infraestructura exclusiva para automovilistas.

3.      Elaborar y aplicar los Reglamentos de tránsito, más allá de la discusión de si las multas sirven para cambiar conductas, lo que sí resultaría conveniente analizar, son los cambios en la conducta de los conductores cuando los reglamentos locales se exigen, un ejemplo podría ser lo que sucede a un conductor tiene un comportamiento diferente si maneja en Estados Unidos y en México. En México es común ver que los conductores no usan cinturones de seguridad ni cascos cuando van en motocicletas sin temor a ser sancionados.

4.      Aplicación de tecnología como elemento que salvaguarde la integridad de todos los usuarios de las vialidades (independientemente del tipo de transporte utilizado). Hoy en día México no le exige a la industria sistemas de seguridad disponibles y exigibles en otros países como el estándar de protección a peatones o el frenado autónomo de emergencia.

En México puedes beber y conducir porque “no pasa nada”, puedes ir con tu celular en la mano conduciendo, porque “no pasa nada”, puedes manejar sin experiencia ni licencia de conducir, porque “no pasa nada”, puedes matar a alguien y muy probablemente “no pasará nada”. Por todo ello, es que en Refleacciona con Responsabilidad, en memoria de muchas víctimas y sobrevivientes de violencia vial, es que hemos hecho nuestra plataforma https://victimasviales.refleacciona.org/, sí como un recuerdo, pero para dejar un testimonio de que ninguna persona debe morir por hechos viales. Por eso, ante la pregunta de cuál es el número aceptable de personas que pierden la vida por un hecho vial, la respuesta debe ser siempre, CERO.

 

Si eres víctima de un hecho de tránsito y no sabes qué hacer, ponemos a tu disposición nuestras redes para denunciar y recibir apoyo de nuestra Red de Víctimas.

- Miguel Ángel Toscano