Hoy 20 de Enero de 2017, se cumplen 16 meses que partiste y desde este blog quiero compartir con el mundo todas las sensaciones que hemos vivido Lianna, Beto y yo cuando el señor decidió llamarte. Se que no somos la primera familia ni la única en haber sufrido una pérdida irreparable pero con la ayuda de Dios en todo nuestro viaje hemos tenido la fortaleza para seguir adelante.
Recuerdo que desde el mes de agosto del 2015, me despertó un deseo profundo y una ansiedad de aprender sobre la actitud mental positiva y sobre temas relacionados al desarrollo espiritual. Entré a internet a buscar información relacionada con los temas y encontré varios libros. Algunos se podían descargar gratis y comencé a leer sobre qué trataban; Se veían interesantes, pero sentía que si leía los libros mi aprendizaje sería muy lento, puesto que demoraría varios días leyendo un solo libro, así que no me sentía satisfecha con este sistema, ¡sentía la necesidad de aprender más rápido! Entonces se me ocurrió la grandiosa idea de buscar en YouTube, toda la información relacionada en audio libros o videos de autoayuda sobre la ley de atracción y desarrollo espiritual.
De esta forma, sería más fácil y más rápido aprender porque podía escuchar los audios o ver los videos en mi celular o en mi IPAD, durante todo el día y toda la noche.
Para mi sorpresa encontré infinidad de libros de autoayuda gratuitos, meditaciones, temas espirituales, etc. Muchísimos videos sobre los temas que estaba buscando que no dudé ni un segundo en emprender mi tarea y cumplir con mi deseo de escucharlos día y noche. Me sentía como cuando a un niño le regalan un juguete nuevo. Sumamente feliz y emocionada con tantos audiolibros y videos para escuchar. Escuchaba uno un rato y escuchaba otro por otro rato y así me fui satisfaciendo cada día más esa ansiedad que sentía de seguir aprendiendo todo sobre el crecimiento personal y espiritual.
En el día aprovechaba el tráfico de ida al trabajo para escuchar los audio libros y de vuelta a casa lo mismo. Nunca me había sentido tan feliz con el tráfico. Eran mínimo dos horas y media diarias para escuchar. Al llegar a casa, antes de acostarme a dormir seguía escuchando y algunas veces me acostaba escuchando los audios durante la noche.
Estaba tan profundamente interesada en aprender sobre estos temas interesantísimos, que llamaba a Monica y le recomendaba muy entusiasmada que escuchara los audiolibros y le decía que le ayudarían mucho a lograr lo que ella se propusiera en la vida. Monica me decía, “¡ay mamá, no tengo tiempo para eso! Dale tú, aprendes y luego me enseñas.”
Recuerdo que cuando Monica estaba en el colegio, no le gustaba leer las novelas que le asignaban; Me pedía que se las leyera y luego le hiciera un resumen escrito, y además le relatara la novela para que ella supiera de qué se trataba y estuviera preparada para contestar el cuestionario o el ejercicio sobre la novela.
También llamé muy entusiasmada a mi otra hija Lianna, para contarle mi descubrimiento sobre los audiolibros, que cada día enriquecen más mi aprendizaje, pero a ella tampoco le interesó mucho el tema.
En la primera semana de septiembre, en la noche, le volví a mencionar a Lianna, todo lo que estaba aprendiendo con los audio libros de autoayuda que escuchaba desde YouTube, y Lianna me comenta, “mamá, ¿Tú estás utilizando YouTube para escuchar estos audio libros?” Le contesté, sí claro mami, son súper chéveres, ¡me encantan! Lianna me comenta, “mamá, ¿tu sabes que estás consumiendo data y esa data cuesta mucho dinero?” La miré fijamente, y mis ojos y el corazón se me querían salir del susto, porque yo en realidad no había caído en cuenta de que tenía que pagar la data que estaba utilizando a través de YouTube por los audio libros! Pensé que esa data estaba disponible en mi plan de celular. Inmediatamente, le pedí a Lianna que revisara en mi celular la data que había utilizado y para su sorpresa la data excede los 8 GB! Me dice muy asombrada, “¡Mamá, ese consumo de data lo utilizo yo en varios meses! ¿Cómo has utilizado esa data en solo un mes? Ese costo es muy elevado. ¡Mi papa te va a matar!” Yo, sumamente asustada, le pedí el favor que ese otro día, a primera hora, llamara al proveedor de teléfono y actualizará el monto adeudado para realizar el pago antes de que el papá se diera cuenta de esta situación. Esa noche no dormí pensando en que tenía que pagar una suma de dinero muy elevada por la data utilizada y a rogar que mi esposo no se diera cuenta de todo esto.
A la mañana siguiente, me llama Lianna para informarme que había llamado a nuestro proveedor de teléfono y le solicitó una revisión de nuestra cuenta. Más tarde, Lianna recibe la llamada del proveedor indicando que en efecto, la data que había utilizado excedía los 8GB. Sin embargo, no me cobraron la cuenta porque en ningún momento el proveedor me había notificado que estaba excedida en mi plan de datos.
Esta noticia, para mí fue un milagro de DIOS, le agradecí tanto a Dios por haberme eximido del pago de esta deuda. Me sentí feliz, pero también aprendí la lección, que no debo abusar de YouTube a menos que sea utilizando WIFI.
Siempre me he considerado una persona espiritual. Desde pequeña, me sentía muy cercana a Dios y a los ángeles. Este conocimiento se lo compartí a mis pequeñas Lianna y Mónica. A Mónica le encantaba rezar el rosario conmigo. En las noches, las acompañaba a orar antes de acostarse a dormir y le pedían a Dios y a los ángeles sueños hermosos. Recuerdo que Lianna, tenía muchas pesadillas desde chica y se despertaba en la noche llorando y muy nerviosa, en ese momento, las dos nos ponemos a orar para dormir tranquila. Siempre decía, “mamá, tuve pesadillas porque anoche se me olvidó orar!” Ambas niñas desarrollaron su nivel espiritual con mi guía y orientación y participando muy de cerca en la catequesis de la iglesia. Dios las llenaba de hermosas bendiciones cada día.
El conocimiento que obtuve en este mes fue invaluable, me hizo crecer, desarrollar y fortalecer mi nivel espiritual al 100%.
El día 15 de septiembre viajamos al mundial de Triatlón en Chicago, con una representación grande de atletas panameños que participaron en el evento durante toda la semana.
El viaje estaba programado desde el 15 hasta el 20 de septiembre. Estábamos súper felices de vivir la hermosa experiencia de ver el show espectacular de los atletas élites del mundo participando en las diferentes categorías.
Fue muy emocionante compartir y hacerle barra a los atletas panameños que se prepararon a lo largo del año para participar en el triatlón por categoría de edades. Que orgullo ver el uniforme de nuestra patria presente en estos atletas que se llenaban de alegría cada vez que los animamos a dar lo mejor en la competencia y a dejar el nombre de nuestro Panamá muy en alto.
El 19 de septiembre fue el último día para conocer Chicago. Fuimos a la Torre Willis (antigua Torre de Sears), nos tomamos fotos en el piso de vidrio (SkyDeck), fue aterrador, el vértigo se hizo sentir cada vez que disfrutamos de la vista en aquella planta de ese edificio tan alto de 110 pisos. Luego tomamos el tour por la ciudad, lo disfrutamos muchísimo, el clima estaba perfecto, la arquitectura de los edificios en Chicago es antigua y muy hermosa, la pasamos excelente. Aprendimos a movernos en autobús por la ciudad y nos trasladamos desde el hotel hasta el lugar donde se desarrollaba el evento de triatlón. En la noche salimos a comer con algunos amigos y atletas y llegamos tarde al hotel a arreglar las maletas para nuestro viaje de vuelta a Panamá.
Hablamos por teléfono con Lianna y Monica que ese día era la boda de la prima Melanie y Bolívar. Desde temprano se arreglaron y se fueron a la boda en Arraiján. Estaban muy felices de compartir con la familia, nos mandaron fotos con los primos, con los tíos, con los novios y “selfies” de ellas mismas. Además coordinamos para que nos fueran a buscar al aeropuerto y luego querían que fuéramos a almorzar para que les contáramos todo sobre el viaje.
Nos dijeron que se iban a retirar temprano de la boda porque debían entrenar fondo de ciclismo temprano ese otro día. Monica estaba entrenando fuerte y preparándose para el II Tour Femenino en Aguadulce y Lianna también ya que se unió al equipo junto a Daniela Salcedo para ayudar a Monica a ganar el título de Campeona.
En esa semana Lianna y Monica compartieron mucho tiempo juntas ya que el esposo de Monica, Hector, estaba en Colombia con su equipo entrenado por varias semanas para una competencia, mientras que nosotros estábamos en Chicago.
El 20 de septiembre a las 6:00 a.m. recibimos una llamada del celular de Lianna, nos habló un amigo de ciclismo de ellas y nos comentó que a Monica la había golpeado un carro y que estaba en el hospital. Mi esposo Beto le preguntó al chico que si Monica estaba consciente y se quedó callado un instante y le dijo que si estaba consciente, pero el silencio momentáneo del amigo, le preocupó a mi esposo y me lo manifestó de inmediato. Beto pidió hablar con Lianna y ella no quiso tomar el teléfono, pero a lo lejos escuchamos su voz asustada, que nos decía que por favor oraramos por Monica porque estaba muy mal.
A partir de ese momento, nuestra desesperación cada minuto iba en aumento, comenzamos a llamar a Panamá, a todos los familiares, amigos, conocidos, para que fueran al hospital a ver qué era lo que le había pasado a Monica y que nos informaran sobre su estado lo antes posible.
Nos fuimos al aeropuerto, registramos nuestras maletas y la incertidumbre y nuestros nervios seguían aumentando. Los familiares en Panamá iban llegando al hospital, pero no tenían información, solo nos decían que Monica estaba muy grave y que los doctores estaban haciendo todo lo humanamente posible por salvarle la vida.
Dentro de mi desesperación, mi ansiedad, mis nervios, recordé todo lo que había aprendido de los audiolibros: mente positiva, confiar en Dios, todo va a salir bien, me puse a orar, para que Dios tomara control de la situación, ¡Él tiene el poder de todo! Milagrosamente, comencé a sentir una paz interna. Pasé aduana y estaba esperando a Beto que pasara y mientras retiraba los zapatos y la mochila del escáner, recibió la llamada de su hermano que le anunciaba la peor noticia de nuestras vidas, habíamos perdido a nuestra hija Mónica.
En ese momento, sentí que mi corazón se partía en pedazos y que los pedazos se esparcen por todos lados, pero de alguna forma asimilé la noticia y las primeras palabras que salieron de mi boca y las recuerdo como si me acabaran de dar la noticia: “ACEPTO TU VOLUNTAD SEÑOR”.
Mi esposo Beto se puso muy mal, traté de ayudarlo pero se le subió la presión y bueno el llanto no se hizo esperar. Traté de ser fuerte, pero también me puse a llorar, no sabía qué hacer, fue un momento desesperante, pero gracias a DIOS, los amigos y atletas panameños se acercaron de inmediato a nosotros para darnos apoyo y sus palabras de aliento. Siendo solidarios con nosotros, buscaron a los paramédicos del aeropuerto para que atendieran a mi esposo, mi más sincero agradecimiento para ellos, su apoyo fue de mucha ayuda y consuelo para nosotros. Gracias a Dios nunca nos sentimos solos.
Gracias a los grandes amigos Rafa Jiménez y Enrico Giuli, que nos cedieron los puestos de primera clase en el avión, para que estuviéramos más cómodos, en nuestro dolor. Gracias a las amigas hermosas, Flor Fraga y Margie Real, que en todo el viaje, estuvieron acompañándonos, paradas y agachadas frente a nosotros, con sus palabras de aliento, su consuelo, sus abrazos, su solidaridad, su amor, hicieron posible que ese viaje de 5 horas no fuera interminable, hasta llegar a Panamá.
Este es mi primer relato de nuestra experiencia y te agradezco que lo hayas leído. Publicaré todos los 20 de cada mes y les relataré un poco como ha sido nuestro viaje, cuando la vida nos cambió de un momento a otro.
– Elsie De León de Licona, Fundación Mónica Licona