por Sajidh de la Cruz

Soy Sajidh de la Cruz, administrador de profesión, activista por convicción. Las dinámicas que nos hablan del empoderamiento y generar acciones por el bien colectivo nos pueden llegar de diferentes formas e intensidades, o no. Proviniendo de una familia que siempre priorizó el bien común y que ha luchado (y lo seguirá haciendo) por la justicia social y el combatir la insensibilidad humana, creí ser digno de llamarme activista, me equivoqué.

Involucrarme como lo he hecho en temas de salud pública, específicamente en temas de seguridad vial durante los años más recientes de mi vida, me ha llevado a rincones nacionales e internacionales que nunca imaginé, a tribunas de alto impacto y he conocido a personas, individuos, amigos, colegas, todos ellos con historias de vida que me llamaron a replantearme mi apelativo de activista; es para ellxs y por ellxs que escribo esta entrada.

Yo escogí vivir esta vida y enfocarme en lo que de corazón me llama trabajar, pero yo sé que muchas veces tú no quisiste o no tuviste alternativa más que abrazar el activismo como forma de reclamo social, decidiste abrazar esta forma de vida ante la imposibilidad de abrazar a tu ser o seres queridos cuando algo pasó que te arrebató a ese alguien que te robaba los brazos.

Es por eso que hoy mi más profundo respeto y orgullo por seguir en la lucha, la historia del pasado no la podremos cambiar, pero de la mano te aseguro que sin darnos cuenta habremos mantenido vigente los abrazos de alguien que, podrá ser que no sepa que existimos, pero le habremos excluido de ese sufrimiento que, desde lo individual, tú conociste.

 

Hoy con tu venia me autoproclamaré, como aspirante a activista. Habremos de seguirnos encontrando, te lo aseguro. Yo me comprometo a respetar tu dolor, a aprender de tu experiencia y procurar ser empático.

Sajidh de la Cruz

Pie de foto: Sajidh de la Cruz, Director de Seguridad Vial en Refleacciona